A mis niños, los mayores:
Que todo lo aprendido siga dirigiendo vuestras vidas. Que la
tolerancia, el respeto, la empatía, la solidaridad,, y todas esas palabras que
aún no sabéis definir pero que ponéis en práctica cada día, dándome una lección tras otra, marquen la
senda del camino que hoy emprendéis.
No olvidéis nunca que el respeto es la
base de la convivencia, que de todas las personas se puede aprender algo, que
la mediocridad sólo existe en los ojos del que mira, y que todos tenemos
tesoros escondidos porque todos somos genios, no lo digo yo, lo decía Einstein:
“Todo el mundo es un genio, pero si juzgas a un pez
por su habilidad para trepar a un árbol, se pasará el
resto de su vida creyéndose un
inútil”.
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